El Concepto del Continuum

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Título: El Concepto del Continuum. En busca del bienestar perdido.
Autor: Jean Liedloff
Editorial: OB STARE
Páginas: 176
Precio: 18 euros
ISBN: 84-933-3140-6
Año: 2003
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Reseña

Jean Liedloff publicó The Continuum Concept en 1975. Hasta 2003 no se editó la primera traducción en castellano, obra de Núria Martí, por la editorial OB STARE, con sede en Santa Cruz de Tenerife; desde entonces se han sucedido siete ediciones.

El “continuum” alude a la secuencia de expectativas vitales satisfechas que el bebé humano necesita para su desarrollo armónico: es decir, para que la base de su estar en el mundo sea el bienestar, la sensación de paz y alegría simplemente por estar vivo, a despecho de los males, contrariedades y tragedias de la vida.

Tales expectativas han sido decantadas a lo largo de los milenios de evolución humana y abarcan desde las necesidades básicas de protección y cariño hasta las propias de la sociedad humana: integración social, autonomía individual y aprendizaje no coercitivo.

Liedloff basa su percepción del continuum en la convivencia a lo largo de muchos años, tras varios viajes y largas estancias, en la sociedad de los yecuana en la selva amazónica. Es una concepción basada en ideas quizá cuestionables como ‘naturaleza humana’ o ‘necesidades naturales’, pero también en la experiencia directa dentro de una sociedad en la que predomina la alegría de vivir, la serenidad y el bienestar individual y colectivo, junto con la práctica ausencia de conflictos y de delitos. Llegó a comprender, paulatinamente y no sin dificultades, cómo entre los yecuana la forma de crianza y de relación con los menores desarrolla individuos de gran autonomía y eficiencia precoz, bien adaptados a su medio y bien integrados socialmente, por medio de procedimientos que excluyen la rivalidad y la competitividad. En ello ve la prueba de que el respeto a las necesidades del continuum sirve también al desarrollo de la cultura, característica definitoria de ser humano.

De entre los rasgos de crianza destaca a lo largo de todo el libro el contacto físico permanente (“etapa de estar en brazos”) con la madre u otro cuidador sustituto, que los yecuana respetan y atienden hasta que el bebé repta, gatea y anda. Este contacto continuado se realiza sin centrar la atención en la criatura más que cuando ésta lo necesita y pide, sino en las actividades cotidianas, sean laborales o lúdicas. De manera que los bebés y los niños disfrutan de una fuente continua de movimiento y experiencias, vividas desde el placer del contacto y la seguridad de la compañía. Cuando llega el momento, al compás de su desarrollo, de vivirlas por sí mismo, el crío las afronta sin temor y con gran eficiencia, como algo de sobra conocido previamente. Esta es la base de la gran autonomía, independencia, serenidad y resistencia al dolor que exhiben los individuos yecuana.

Paralelamente Liedloff describe los fenómenos disfuncionales que vemos en nuestras sociedades interpretándolos en función del alejamiento del continuum.

El continuum es una fuerza poderosa, que aún desviada intenta siempre restablecerse por los medios disponibles. Aparecen así los fenómenos que contemplamos y practicamos por doquier, tan habituales que los tomamos como connaturales al ser humano. Liedloff analiza algunos siginificativos: el perpetuo descontento con uno mismo y con el momento presente; la utilización de la pareja para satisfacer por fin la necesidad infantil de aceptación incondicional; la explotación por parte de toda clase de propaganda comercial del hondo y difuso sentimiento de insatisfacción, el cual se verá satisfecho por medio del producto que nos ofrecen; la competición y el triunfo como medio de obtener el reconocimiento que necesitamos; la eterna búsqueda y aceptación de cosas nuevas, ya que nada llega a ser lo bastante satisfactorio; el ideal de obtener lo que deseamos con el mínimo esfuerzo, pulsando botones; la pulsión a vivir experiencias trepidantes y excitantes, por medio de actividades o deportes de riesgo; la necesidad de acumular conquistas amorosas o dinero; el síndrome del vago y del mártir; el exhibicionismo del actor; el académico compulsivo; el aventurero y el conquistador de hazañas; el viajero compulsivo; los maltratadores; la criminalidad; las enfermedades físicas; las adicciones; la búsqueda espiritual de acallar el intelecto… De un modo u otro, todos son medios de intentar estar en el centro de la vida, de alcanzar la sensación de plenitud que nuestro ser prometía y que fue interrumpida y desviada.

La última parte del libro Liedloff la dedica a indicar los cambios respecto a la relación con nuestros bebés y niños que podemos introducir en nuestro ámbito personal y familiar en el sentido del continuum. Cambios que no precisan de ninguna revolución social, pero que desde mi punto de vista están en la base de la transformación hacia una cultura humana no destructiva.